descarga el libro de Genesis en audio capitulos 1 al 25

martes, 18 de agosto de 2015

Genesis 27





Génesis 27

1 Como hubiese envejecido Isaac, y no viese ya por tener debilitados

sus ojos, llamó a Esaú, su hijo mayor: ¡Hijo mío!» El cual le respondió:

«Aquí estoy.»

2 «Mira, dijo, me he hecho viejo e ignoro el día de mi muerte.

3 Así pues, toma tus saetas, tu aljaba y tu arco, sal al campo y me

cazas alguna pieza.

4 Luego me haces un guiso suculento, como a mí me gusta, y me lo

traes para que lo coma, a fin de que mi alma te bendiga antes que me

muera.»

5 - Ahora bien, Rebeca estaba escuchando la conversación de Isaac

con su hijo Esaú. - Esaú se fue al campo a cazar alguna pieza para el padre,

6 y entonces Rebeca dijo a su hijo Jacob: «Acabo de oír a tu padre que

hablaba con tu hermano Esaú diciendo:

7 Tráeme caza, y hazme un guiso suculento para que yo lo coma y te

bendiga delante de Yahveh antes de morirme.

8 Pues bien, hijo mío, hazme caso en lo que voy a recomendarte.

9 Ve al rebaño y tráeme de allí dos cabritos hermosos. Yo haré con

ellos un guiso suculento para tu padre como a él le gusta,

10 y tú se lo presentas a tu padre, que lo comerá, para que te bendiga

antes de su muerte.»

11 Jacob dijo a su madre Rebeca: ¡Pero si mi hermano Esaú es

velludo, y yo soy lampiño!

12 ¡A ver si me palpa mi padre, y le parece que estoy mofándome de

él! ¡Entonces me habré buscado una maldición en vez de una bendición!»

13 Dícele su madre: «¡Sobre mí tu maldición, hijo mío! Tú,

obedéceme, basta con eso, ve y me los traes.»

14 El fue a buscarlos y los llevó a su madre, y ella hizo un guiso

suculento, como le gustaba a su padre.

15 Después tomó Rebeca ropas de Esaú, su hijo mayor, las más

preciosas que tenía en casa, y vistió a Jacob, su hijo pequeño.

16 Luego, con las pieles de los cabritos le cubrió las manos y la parte

lampiña del cuello,

17 y puso el guiso y el pan que había hecho en las manos de su hijo

Jacob.

18 Este entró a donde su padre, y dijo: «¡Padre!» El respondió: «Aquí

estoy; ¿quién eres, hijo?»

19 Jacob dijo a su padre: «Soy tu primogénito Esaú. He hecho como

dijiste, Anda, levántate, siéntate, y come de mi caza, para que me bendiga

tu alma.»

20 Dice Isaac a su hijo: «¡Qué listo has andado en hallarla, hijo!» -

Respondió: «Sí; es que Yahveh, tu Dios, me la puso delante.»

21 Dice Isaac a Jacob: «Acércate, que te palpe, hijo, a ver si realmente

eres o no mi hijo Esaú.»

22 Acercóse Jacob a su padre Isaac, el cual le palpó y dijo: «La voz es

la de Jacob, pero las manos son las manos de Esaú.»

23 Y no le reconoció, porque sus manos estaban velludas, como las de

su hermano Esaú. Y se dispuso a bendecirle.

24 Dijo, pues: «¿Eres tú realmente mi hijo Esaú?» Respondió: «El

mismo.»

25 Dijo entonces: «acércamelo, que coma de la caza, hijo, para que te

bendiga mi alma.» Acercóle, y comió; le trajo también vino, y bebió.

26 Dícele su padre Isaac: «Acércate y bésame, hijo.»

27 El se acercó y le besó, y al aspirar Isaac el aroma de sus ropas, le

bendijo diciendo: «Mira, el aroma de mi hijo como el aroma de un campo,

que ha bendecido Yahveh.

28 ¡Pues que Dios te dé el rocío del cielo y la grosura de la tierra,

mucho trigo y mosto!

29 Sírvante pueblos, adórente naciones, sé señor de tus hermanos y

adórente los hijos de tu madre. ¡Quien te maldijere, maldito sea, y quien te

bendijere, sea bendito!»

30 Así que hubo concluido Isaac de bendecir a Jacob, y justo cuando

acababa de salir Jacob de la presencia de su padre Isaac, llegó su hermano

Esaú de su cacería.

31 Hizo también él un guiso suculento y llevándoselo a su padre le

dijo: «Levántese mi padre y coma de la caza de su hijo, para que me

bendiga tu alma.»

32 Dícele su padre Isaac: «¿Quién eres tú?» Contestóle: «Soy tu hijo

primogénito, Esaú.»

33 A Isaac le entró un temblor fuerte, y le dijo: «Pues entonces, ¿quién

es uno que ha cazado una pieza y me le ha traído? Porque de hecho yo he

comido antes que tú vinieses, y le he bendecido, y bendito está.»

34 Al oír Esaú las palabras de su padre, lanzó un grito fuerte y por

extremo amargo, y dijo a su padre: «¡Bendíceme también a mí, padre

mío!»

35 Díjole éste: «Ha venido astutamente tu hermano, y se ha llevado tu

bendición.»

36 Dijo Esaú: «Con razón se llama Jacob, pues me ha suplantado estas

dos veces: se llevó mi primogenitura, y he aquí que ahora se ha llevado mi

bendición.» Y añadió: «¿No has reservado alguna bendición para mí?»

37 Respondió Isaac y dijo a Esaú: «Mira, le he puesto por señor tuyo,

le he dado por siervos a todos sus hermanos y le he abastecido de trigo y

vino. Según eso, ¿qué voy a hacer por ti, hijo mío?»

38 Dijo Esaú a su padre: «¿Es que tu bendición es única, padre mío?

¡Bendíceme también a mí, padre mío!» Isaac guardó silencio y Esaú alzó la

voz y rompió a llorar.

39 Su padre Isaac le dijo por respuesta: «He aquí que lejos de la

grosura de la tierra será tu morada, y lejos del rocío que baja del cielo.

40 De tu espada vivirás y a tu hermano servirás. Mas luego, cuando te

hagas libre, partirás su yugo de sobre tu cerviz.»

41 Esaú se enemistó con Jacob a causa de la bendición con que le

había bendecido su padre; y se dijo Esaú: «Se acercan ya los días del luto

por mi padre. Entonces mataré a mi hermano Jacob.»

42 Se dio aviso a Rebeca de las palabras de Esaú, su hijo mayor; y ella

envió a llamar a Jacob, su hijo pequeño, y le dijo: «Mira que tu hermano

Esaú va a vengarse de ti matándote.

43 Ahora, pues, hijo mío, hazme caso: levántate y huye a Jarán, a

donde mi hermano Labán,

44 y te quedas con él una temporada, hasta que se calme la cólera de

tu hermano;

45 hasta que se calme la ira de tu hermano contra ti, y olvide lo que

has hecho. Entonces enviaré yo a que te traigan de allí. ¿Por qué he de

perderos a los dos en un mismo día?»

46 Rebeca dijo a Isaac: «Me da asco vivir al lado de las hijas de Het.

Si Jacob toma mujer de las hijas de Het como las que hay por aquí, ¿para

qué seguir viviendo?»




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