descarga el libro de Genesis en audio capitulos 1 al 25

sábado, 29 de agosto de 2015

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viernes, 28 de agosto de 2015

Genesis 50





Génesis 50

1 José cayó sobre el rostro de su padre, lloró sobre él y lo besó.

2 Luego encargó José a sus servidores médicos que embalsamaran a

su padre, y los médicos embalsamaron a Israel.

3 Emplearon en ellos cuarenta días, porque este es el tiempo que se

emplea con los embalsamados. Y los egipcios le lloraron durante setenta

días.

4 Transcurridos los días de luto por él, habló José a la casa de Faraón

en estos términos: «Si he hallado gracia a vuestros ojos, por favor, haced

llegar a oídos de Faraón esta palabra:

5 Mi padre me tomó juramento diciendo: “Yo me muero. En el

sepulcro que yo me labré en el país de Canaán, allí me has de sepultar.”

Ahora, pues, permíteme que suba a sepultar a mi padre, y luego volveré.»

6 Dijo Faraón: «Sube y sepulta a tu padre como él te hizo jurar.»

7 Subió José a enterrar a su padre, y con él subieron todos los

servidores de Faraón, los más viejos de palacio, y todos los ancianos de

Egipto,

8 así como toda la familia de José, sus hermanos y la familia de su

padre. Tan sólo a sus pequeñuelos, sus rebaños y vacadas, dejaron en el país

de Gosen.

9 Subieron con él además carros y aurigas: un cortejo muy

considerable.

10 Llegados a Goren Haatad, que está allende el Jordán, hicieron allí

un duelo muy grande y solemne, y José lloró a su padre durante siete días.

11 Los cananeos, habitantes del país, vieron el duelo en Goren Haatad

y dijeron: «Duelo de importancia es ése de los egipcios.» Por eso se llamó

el lugar Abel Misráyim, que está allende el Jordán.

12 Sus hijos, pues, hicieron por él como él se lo había mandado;

13 le llevaron sus hijos al país de Canaán, y le sepultaron en la cueva

del campo de la Makpelá, el campo que había comprado Abraham en

propiedad sepulcral a Efrón el hitita, enfrente de Mambré.

14 Regresó José a Egipto con sus hermanos, y todos cuantos habían

subido con él a sepultar a su padre.

15 Vieron los hermanos de José que había muerto su padre y dijeron:

«A ver si José nos guarda rencor y nos devuelve todo el daño que le

hicimos.»

16 Por eso mandaron a José este recado: «Tu padre encargó antes de

su muerte:

17 “Así diréis a José: Por favor, perdona el crimen de tus hermanos y

su pecado.” Cierto que te hicieron daño, pero ahora tú perdona el crimen de

los siervos del Dios de tu padre.» Y José lloró mientras le hablaban.

18 Fueron entonces sus hermanos personalmente y cayendo delante de

él dijeron: «Henos aquí, esclavos tuyos somos.»

19 Replicóles José: «No temáis, ¿estoy yo acaso en vez de Dios?

20 Aunque vosotros pensasteis hacerme daño, Dios lo pensó para

bien, para hacer sobrevivir, como hoy ocurre, a un pueblo numeroso.

21 Así que no temáis; yo os mantendré a vosotros y a vuestros

pequeñuelos.» Y les consoló y les habló con afecto.

22 José permaneció en Egipto junto con la familia de su padre, y

alcanzó José la edad de 110 años.

23 José vio a los biznietos de Efraím; asimismo los hijos de Makir,

hijo de Manasés, nacieron sobre las rodillas de José.

24 Por último, José dijo a sus hermanos: «Yo muero, pero Dios se

ocupará sin falta de vosotros y os hará subir de este país al país que juró a

Abraham, a Isaac y a Jacob.»

25 José hizo jurar a los hijos de Israel, diciendo: «Dios os visitará sin

falta, y entonces os llevaréis mis huesos de aquí.»

26 Y José murió a la edad de 110 años; le embalsamaron, y se le puso

en una caja en Egipto.


Genesis 49





Génesis 49

1 Jacob llamó a sus hijos y dijo: «Juntaos, y os anunciaré lo que os ha

de acontecer en días venideros:

2 Apiñaos y oíd, hijos de Jacob, y escuchad a Israel, vuestro padre.

3 Rubén, mi primogénito eres tú, mi vigor y las primicias de mi

virilidad , plétora de pasión y de ímpetu,

4 espumas como el agua: ¡Cuidado, no te desbordes! porque subiste al

lecho de tu padre; entonces violaste mi tálamo al subir.

5 Simeón y Leví, hermanos; llevaron al colmo la violencia con sus

intrigas.

6 ¡En su conciliábulo no entres, alma mía; a su asamblea no te unas,

corazón mío!, porque estando de malas, mataron hombres, y estando de

buenas, desjarretaron toros.

7 ¡Maldita su ira, por ser tan impetuosa, y su cólera, por ser tan cruel!

Los dividiré en Jacob, y los dispersaré en Israel.

8 A ti, Judá, te alabarán tus hermanos; tu mano en la cerviz de tus

enemigos; inclínense a ti los hijos de tu padre.

9 Cachorro de león es Judá; de la presa, hijo mío, has vuelto; se

recuesta, se echa cual león, o cual leona, ¿quién le hará alzar?

10 No se irá de Judá el báculo, el bastón de mando de entre tus

piernas. hasta tanto que se le traiga el tributo y a quien rindan homenaje las

naciones;

11 el que ata a la vid su borriquillo y a la cepa el pollino de su asna;

lava en vino su vestimenta, y en sangre de uvas su sayo;

12 el de los ojos encandilados de vino, el de los dientes blancos de

leche.

13 Zabulón habita en la ribera del mar, y es tripulante de barcos, a

horcajadas sobre Sidón.

14 Isacar es un borrico corpulento echado entre las aguaderas.

15 Aunque ve que el reposo es bueno, y que el suelo es agradable,

ofrece su lomo a la carga y termina sometiéndose al trabajo.

16 Dan juzgará a su pueblo como cualquiera de las tribus de Israel.

17 Sea Dan una culebra junto al camino, una víbora junto al sendero,

que pica al caballo en los jarretes y cae su jinete de espaldas.

18 En tu salvación espero, Yahveh.

19 A Gad atracadores le atracan, pero él atraca su retaguardia.

20 Aser tiene pingüe su pan, y da manjares de rey

21 Neftalí es una cierva suelta, que da cervatillos hermosos.

22 Un retoño es José, retoño junto a la fuente, cuyo vástagos trepan

sobre el muro.

23 Le molestan y acribillan, le asaltan los flecheros;

24 pero es roto su arco violentamente y se aflojan los músculos de sus

brazos por las manos del Fuerte de Jacob, por el Nombre del Pastor, la

Piedra de Israel,

25 por el Dios de tu padre, pues él te ayudará, el Dios Sadday, pues él

te bendecirá con bendiciones de los cielos desde arriba, bendiciones del

abismo que yace abajo, bendiciones de los pechos y del seno,

26 bendiciones de espigas y de frutos, amén de las bendiciones de los

montes seculares, y el anhelo de los collados eternos. ¡Sean para la cabeza

de José, y para la frente del consagrado entre sus hermanos!

27 Benjamín, lobo rapaz; de mañana devora su presa, y a la tarde

reparte el despojo.»

28 Todas estas son las tribus de Israel, doce en total, y esto es lo que

les dijo su padre, bendiciéndoles a cada uno con su bendición

correspondiente.

29 Luego les dio este encargo: «Yo voy a reunirme con los míos.

Sepultadme junto a mis padres en la cueva que está en el campo de Efrón el

hitita,

30 en la cueva que está en el campo de la Makpelá, enfrente de

Mambré, en el país de Canaán, el campo que compró Abraham a Efrón el

hitita, como propiedad sepulcral:

31 allí sepultaron a Abraham y a su mujer Sara; allí sepultaron a Isaac

y a su mujer Rebeca, y allí sepulté yo a Lía.

32 Dicho campo y la cueva que en él hay fueron adquiridos de los

hititas.»

33 Y en habiendo acabado Jacob de hacer encargos a sus hijos,

recogió sus piernas en el lecho, expiró y se reunió con los suyos.


Genesis 48





Génesis 48

1 Sucedió tras esto que se le dijo a José: «Mira que tu padre está

malo.» Entonces él tomó consigo a sus dos hijos Manasés y Efraím,

2 y se hizo anunciar a Jacob: «Tu hijo José ha venido a verte.»

Entonces Israel, haciendo un esfuerzo, se sentó en su lecho.

3 Dijo Jacob a José: «El Saday se me apareció en Luz, en país

cananeo; me bendijo

4 y me dijo: “Mira, yo haré que seas fecundo y que te multipliques;

haré de ti una asamblea de pueblos, y daré esta tierra a tu posteridad en

propiedad eterna.”

5 Pues bien, los dos hijos tuyos que te nacieron en Egipto antes de

venir yo a Egipto a reunirme contigo, míos son: Efraím y Manasés, igual

que Rubén y Simeón, serán míos.

6 En cuanto a la prole que has engendrado después de ellos, tuya será

y con el apellido de sus demás hermanos se la citará en orden a la herencia.

7 Cuando yo venía de Paddán se me murió en el camino Raquel, tu

madre, en el país de los cananeos, a poco trecho para llegar a Efratá, y allí

la sepulté, en el camino de Efratá, o sea Belén.»

8 Vio Israel a los hijos de José y preguntó: «¿Quiénes son éstos?»

9 Dijo José a su padre: «Son mis hijos, los que me ha dado Dios

aquí.» Y él dijo: «Tráemelos acá, que yo les bendiga.»

10 Los ojos de Jacob se habían nublado por la vejez y no podía ver.

Acercóselos, pues, y él los besó y los abrazó.

11 Dijo Israel a José: «Yo no sospechaba ver más tu rostro, y ahora

resulta que Dios me ha hecho ver también a tus hijos.»

12 José los sacó de entre las rodillas de su padre, y se postró ante él

rostro en tierra.

13 José los tomó a los dos, a Efraím con la derecha, a la izquierda de

Israel, y a Manasés con la izquierda, a la derecha de Israel, y los acercó a

éste.

14 Israel extendió su diestra y la puso sobre la cabeza de Efraím,

aunque era el menor, y su izquierda sobre la cabeza de Manasés: es decir

que cruzó las manos, puesto que Manasés era el primogénito;

15 y bendijo a José diciendo: «El Dios en cuya presencia anduvieron

mis padres Abraham e Isaac, el Dios que ha sido mi pastor desde que existo

hasta el presente día,

16 el Ángel que me ha rescatado de todo mal, bendiga a estos

muchachos; sean llamados con mi nombre y con el de mis padres Abraham

e Isaac, y multiplíquense y crezcan en medio de la tierra.»

17 Al ver José que su padre tenía la diestra puesta sobre la cabeza de

Efraím, le pareció mal, y asió la mano de su padre para retirarla de sobre la

cabeza de Efraím a la de Manasés.

18 Y dijo José a su padre: «Así no, padre mío, que éste es el

primogénito; pon tu diestra sobre su cabeza.

19 Pero rehusó su padre, y dijo: «Lo sé, hijo mío, lo sé; también él

será grande. Sin embargo, su hermano será más grande que él, y su

descendencia se hará una muchedumbre de gentes.

20 Y les bendijo aquel día, diciendo: «Que con vuestro nombre se

bendiga en Israel, y se diga: ¡Hágate Dios como a Efraím y Manasés!» - y

puso a Efraím por delante de Manassés. -

21 Dijo entonces Israel a José: «Yo muero; pero Dios estará con

vosotros y os devolverá a la tierra de vuestros padres.

22 Yo, por mi parte, te doy Siquem a ti, mejorándote sobre tus

hermanos: lo que tomé al amorreo con mi espada y con mi arco.»

Genesis 47





Génesis 47

1 Vino, pues, José a dar parte a Faraón, diciendo: «Mi padre, mis

hermanos, sus ovejas y vacadas y todo lo suyo han venido de Canaán, y ya

están en el país de Gosen.»

2 Luego, de entre todos sus hermanos tomó consigo a cinco varones y

se los presentó a Faraón.

3 Dijo Faraón a los hermanos: «¿Cuál es vuestro oficio?»

Respondieron a Faraón: «Pastores de ovejas son tus siervos, lo mismo que

nuestros padres.»

4 Y dijeron a Faraón: «Hemos venido a residir en esta tierra, porque

no hay pastos para los rebaños que tienen tus siervos, por ser grave el

hambre en Canaán. Así pues, deja morar a tus siervos en el país de Gosen.»

5-a Y dijo Faraón a José:

5-b Jacob, y sus hijos vinieron a Egipto donde José. Faraón, rey de

Egipto, se enteró y dijo a José: «Tu padre y tus hermanos han venido a ti.

6-a Tienes el territorio egipcio por delante: en lo mejor del país

instala a tu padre y tus hermanos.»

6-b «Que residan en el país de Gosen. Y si te consta que hay entre

ellos gente capacitada, ponles por rabadanes de lo mío.»

7 José llevó a su padre Jacob y le presentó delante de Faraón, y Jacob

bendijo a Faraón.

8 Dijo Faraón a Jacob: «¿Cuántos años tienes?»

9 Respondió Jacob a Faraón: «Los años de mis andanzas hacen 130

años: pocos y malos han sido los años de mi vida, y no han llegado a igualar

los años de vida de mis padres, en el tiempo de sus andanzas.»

10 Bendijo, pues, Jacob a Faraón, y salió de su presencia.

11 José instaló a su padre y sus hermanos, asignándoles predio en

territorio egipcio, en lo mejor del país, en el país de Ramsés, según lo había

mandado Faraón.

12 Y José proveyó al sustento familiar de su padre y sus hermanos y

toda la casa de su padre.

13 No había pan en todo el país, porque el hambre era gravísima y

tanto Egipto como Canaán estaban muertos de hambre.

14 Entonces José se hizo con toda la plata existente en Egipto y

Canaán a cambio del grano que ellos compraban, y llevó José aquella plata

al palacio de Faraón.

15 Agotada la plata de Egipto y de Canaán, acudió Egipto en masa a

José diciendo: «Danos pan. ¿Por qué hemos de morir en tu presencia ahora

que se ha agotado la plata?»

16 Dijo José: «Entregad vuestros ganados y os daré pan por vuestros

ganados, ya que se ha agotado la plata.»

17 Trajeron sus ganados a José y José les dio pan a cambio de

caballos, ovejas, vacas y burros. Y les abasteció de pan a trueque de todos

sus ganados por aquel año.

18 Cumplido el año, acudieron al año siguiente y le dijeron: «No

disimularemos a nuestro señor que se ha agotado la plata, y también los

ganados pertenecen ya a nuestro señor; no nos queda a disposición de

nuestro señor nada, salvo nuestros cuerpos y nuestras tierras.

19 ¿Por qué hemos de morir delante de tus ojos así nosotros como

nuestras tierras? Aprópiate de nosotros y de nuestras tierras a cambio de

pan, y nosotros con nuestras tierras pasaremos a ser esclavos de Faraón.

Pero danos simiente para que vivamos y no muramos, y el suelo no quede

desolado.»

20 De este modo se apropió José todo el suelo de Egipto para Faraón,

pues los egipcios vendieron cada uno su campo porque el hambre les

apretaba, y la tierra vino a ser de Faraón.

21 En cuanto al pueblo, lo redujo a servidumbre, de cabo a cabo de las

fronteras de Egipto.

22 Tan sólo las tierras de los sacerdotes no se las apropió, porque los

sacerdotes tuvieron tal privilegio de Faraón, y comieron de dicho privilegio

que les concedió Faraón. Por lo cual no vendieron sus tierras.

23 Dijo entonces José al pueblo: «He aquí que os he adquirido hoy

para Faraón a vosotros y vuestras tierras. Ahí tenéis simiente: sembrad la

tierra,

24 y luego, cuando la cosecha, daréis el quinto a Faraón y las otras

cuatro partes serán para vosotros, para siembra del campo, y para alimento

vuestro y de vuestros familiares, para alimento de vuestras criaturas.»

25 Dijeron ellos: «Nos has salvado la vida. Hallemos gracia a los ojos

de mi señor, y seremos siervos de Faraón.»

26 Y José les impuso por norma, vigente hasta la fecha respecto a todo

el agro egipcio, dar el quinto a Faraón. Tan sólo el territorio de los

sacerdotes no pasó a ser de Faraón.

27 Israel residió en Egipto, en el país de Gosen; se afincaron en él y

fueron fecundos y se multiplicaron sobremanera.

28 Jacob vivió en Egipto diez y siete años, siendo los días de Jacob,

los años de su vida, 147 años.

29 Cuando los días de Israel tocaron a su fin, llamó a su hijo José y le

dijo: «Si he hallado gracia a tus ojos, pon tu mano debajo de mi muslo y

hazme este favor y lealtad: No me sepultes en Egipto.

30 Cuando yo me acueste con mis padres, me llevarás de Egipto y me

sepultarás en el sepulcro de ellos.» Respondió: «Yo haré según tu palabra.»

-

31 «Júramelo», dijo. Y José se lo juró. Entonces Israel se inclinó sobre

la cabecera de su lecho.


Genesis 46





Génesis 46

1 Partió Israel con todas sus pertenencias y llegó a Berseba, donde

hizo sacrificios al Dios de su padre Isaac.

2 Y dijo Dios a Israel en visión nocturna: «¡Jacob, Jacob!» - «Heme

aquí», respondió. -

3 «Yo soy Dios, el Dios de tu padre; no temas bajar a Egipto, porque

allí te haré una gran nación.

4 Y bajaré contigo a Egipto y yo mismo te subiré también. José te

cerrará los ojos.»

5 Jacob partió de Berseba y los hijos de Israel montaron a su padre

Jacob, así como a sus pequeños y mujeres, en las carretas que había

mandado Faraón para trasportarle.

6 También tomaron sus ganados y la hacienda lograda en Canaán, y

fueron a Egipto, Jacob y toda su descendencia con él.

7 Sus hijos y nietos, sus hijas y nietas: a toda su descendencia se la

llevó consigo a Egipto.

8 Estos son los nombres de los hijos de Israel que entraron en Egipto:

Jacob y sus hijos. El primogénito de Jacob: Rubén,

9 y los hijos de Rubén: Henoc, Pallú, Jesrón y Karmí;

10 los hijos de Simeón: Yemuel, Yamín, Ohad, Yakín, Sójar y Saúl,

hijo de la cananea;

11 los hijos de Leví: Guersón, Quehat y Merarí;

12 los hijos de Judá: Er, Onán, Selá, Peres y Zéraj, (¡pero Er y Onán

ya habían muerto en Canaán!) y los hijos de Peres: Jesrón y Jamul;

13 los hijos de Isacar: Tolá, Puvá, Yasub y Simrón;

14 los hijos de Zabulón: Séred, Elón, Yajleel.

15 Estos fueron los hijos que Lía había dado a Jacob en Paddán Aram,

y también su hija Dina. Sus hijos y sus hijas eran en total 33 personas.

16 Los hijos de Gad: Sefón, Jagguí, Suní, Esbón, Erí, Arodí y Arelí.

17 Los hijos de Aser: Yimná, Yisvá, Yisví, Beriá y Séraj, hermana de

ellos. Hijos de Beriá: Jéber y Malkiel.

18 Estos son los hijos de Zilpá, la que Labán diera a su hija Lía; ella

engendró para Jacob estas dieciséis personas.

19 Los hijos de Raquel, mujer de Jacob: José y Benjamín.

20 A José le nacieron en Egipto Manasés y Efraím, de Asnat, hija de

Poti Fera, sacerdote de On.

21 Los hijos de Benjamín: Belá, Béker, Asbel, Guerá, Naamán, Ejí,

Ros, Muppim, Juppim y Ard.

22 Estos son los hijos que Raquel dio a Jacob. En total catorce

personas.

23 Los hijos de Dan: Jusim.

24 Los hijos de Neftalí: Yajseel, Guní, Yéser y Sillem.

25 Estos son los hijos de Bilhá, la que Labán diera a su hija Raquel, y

que aquélla engendró para Jacob: en total siete personas.

26 Todas las personas que entraron con Jacob en Egipto, nacidas de

sus entrañas, - salvo las mujeres de los hijos de Jacob - hacían un total de 66

personas.

27 Los hijos de José, que le habían nacido en Egipto, eran dos. Todas

las personas de la casa de Jacob que entraron en Egipto eran setenta.

28 Israel mandó a Judá por delante a donde José, para que éste le

precediera a Gosen: y llegaron al país de Gosen.

29 José engancho su carroza y subió a Gosen, al encuentro de su padre

Israel; y viéndole se echó a su cuello y estúvose llorando sobre su cuello.

30 Y dijo Israel a José: «Ahora ya puedo morir, después de haber visto

tu rostro, pues que tú vives todavía.»

31 José dijo a sus hermanos y a la familia de su padre: «Voy a subir a

avisar a Faraón y decirle: “Han venido a mí mis hermanos y la casa de mi

padre que estaban en Canaán.

32 Son pastores de ovejas, pues siempre fueron ganaderos, y, han

traído ovejas, vacadas y todo lo suyo.»

33 Así, cuando os llame Faraón y os diga. “¿Cuál es vuestro oficio?”,

34 le decís: “Ganaderos hemos sido tus siervos desde la mocedad

hasta ahora, lo mismo que nuestros padres.” De esta suerte os quedaréis en

el país de Gosen.» Porque los egipcios detestan a todos los pastores de

ovejas.